Soy de las que cuando va a algún restaurante mira con cara de sorprendida a aquellos que piden de postre limón o naranja helada. No me llaman nada los cítricos, soy más de mi postre chocolateado, pero Sidney es de los que se puede comer un limón por gusto a bocados y es por eso que hoy le he preparado una tarta de limón casera.
No soy de sabores ácidos, me gusta más lo dulce, en general todas las frutas ácidas me echan un poco atrás a la hora de probarlas, aunque reconozco que algunas de ellas, en postres me sorprenden, como por ejemplo la charlotte de moras estaba riquísima con sus bizcochitos savoiardis, la genovesa de frambuesas con el toque de nata me enamoró o el trifle de fresas y arándanos con sus galletas crumble se me hacía la boca agua.
Para esta tarta de limón preparé una crema de lemon curd casera, es básicamente una crema de limón muy ligera, con la que podemos rellenar tartas, eclairs o hacer mousses. No es demasiado ácida y aunque me suene raro decirlo yo, está muy rica.
Y también hice esta tarta de limón después de las navidades, ya que estamos un poco hartos de dulces navideños, y siempre tenemos a alguien que cumple años justo después de reyes, y no queremos hacerle el feo no haciendo una tarta o no comiéndola, así que no nos viene mal una tarta afrutada con un aroma cítrico como el limón y que resulta un poco más ligera al ser tipo mousse.
Por cierto me encantaría que me comentaseis si os gustan las tartas de cítricos o no, si habéis preparado algún dulce estas navidades… Incluso si os animáis podréis etiquetarme en Instagram en vuestras creaciones y así veo los cocinillas que sois.
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