Lola, Lolita, Loli, Noelia… Me es indiferente, ¡llámame como quieras!
Me siento a gusto con todos y cada uno de los nombres mencionados. Es cierto que realmente me llamo Noelia, Lolita no es más que el sobrenombre que en mi pueblo natal, Ondara, le habían puesto a mi abuela todos los convecinos más allegados.
Era una costumbre más habitual en otros tiempos, una forma más de crear un hogar.
Mi blog
Mi blog (Lolita la pastelera) se llama así por ella, mi abuela, el mayor referente que he tenido en mi vida.
Ella falleció hace ya bastantes años, pero su recuerdo es imborrable, o al menos aquellos momentos que llenan una vida y que ella se encontraba en muchos de ellos.
Si es cierto que el tiempo hace su papel y cosas tan insignificantes en la vida como la voz de un ser querido lo añoras día a día cuando no puedes volver a escucharla.
Reconocimientos
Los premios y participaciones más destacadas que nos han otorgado
Mención en el listado de Los mejores blogs de cocina 2021
Lolita la pastelera era el sobrenombre que tenía mi abuela, así la conocían. Pese a llamarme Noelia, quise homenajearla colocando su nombre en mi web ya que ella fue la gran referente de mi vida
En este párrafo quiero centrarme a como llegue hasta aquí, a decidirme por crear un blog, ya que es una de las preguntas estrellas que me hacéis.
La verdad que no lo decidí yo, fue mi pareja Sidney (Si, ese es su nombre, Si vieseis la facilidad que tiene para ligotear con las operadoras gracias a su nombre os quedarías asombrado/as).
En mi cumpleaños de 2012 decidió regalarme miles de cacharritos de repostería junto con un blog totalmente acabado, ¡No tuve que hacer nada!, bueno sí, ponerle nombre, evidentemente Lolita la pastelera fue mi primera opción.
En ese momento tenía que elegir si un blog o un Vlog, lo segundo me parecía más ajustado a nuestra era así que no lo dudé. Los vídeos no siempre fueron como los conocéis actualmente, ¡ni mucho menos!, podéis ver un ejemplo aquí del primer vídeo que grabé; falta de iluminación, vídeo receta grabada con una tablet y edición muy sencilla de una app que adquirí ¡por 1,99 €!. Para mi todo eso era más que suficiente.
Nunca pensé en que fuese a tener el número de seguidores que tengo en la actualidad, cuando lo valoro fríamente siempre hago una comparación, tener más de 500.000 suscriptores en YouTube es como si en la plaza de toros de mi pueblo meto 28 o 30 pueblos como el que me críe y me pongo a cocinar delante de toda esa gente, ¡Impensable!, ¡me echaría atrás!.
Es mucho más fácil grabar en la intimidad de casa con tan solo un espectador presente, Sidney.
Mucho/as me preguntáis como empezar con un Vlog, que estáis perdidos, siempre digo lo mismo, empezar por el principio, y el principio es o creando un blog o abriendo un canal en YouTube, el resto vendrá poco a poco, no pretendáis realizar vídeos como los que actualmente público desde el primer día, tranquilo/as que llegaréis a publicar vídeos como los míos y estoy convencida de que mucho mejores.
Tener constancia y dejar a un lado las típicas escusas, aplícate el proverbio; «Quien quiere hacer algo encuentra un medio, quien no quiere hacer nada encuentra una excusa».
Quien quiere hacer algo encuentra un medio, quien no quiere hacer nada encuentra una excusa
Proverbio árabe
¿Lolita la pastelera?
En realidad me llamo Noelia
Y por último quiero aprovechar este párrafo para que conozcáis a esa Noelia más personal, más cotidiana.
Y es que volviendo a la relación que tenía con mi abuela, recuerdo con muchísimo cariño como me tenía preparado siempre un platito lleno de trocitos de chocolate Valor (Una marca alicantina) para cuando la visitase, esa era la parte más cariñosa de ella.
Pero existía la parte más refunfuñona y a su favor he de decir que era una experta en buscarle las cosquillas comiéndome los piñones destinados a la pelota del puchero (Un famosísimo plato valenciano), por aquella época el piñón aún era asequible, si lo hiciese a día de hoy seguro que no esperaría mis visitas con un platito de chocolate, más bien lo haría con ¡un collar de adiestramiento!.
Tal vez mi súper mega gran afición al chocolate provenga de ahí. No existe día que no lo coma, de hecho, si pienso en un gran plan, me viene a la cabeza un día de lluvia, con mi libro y una onza de chocolate puro, ¡Momento bienestar al máximo!.
Otro secreto, es que de todos los dulces que hago, solo me reservo para mí los de chocolate, ¡lo siento!, soy así de obsesa, irremediable.
Eso sí, no hay postre que elabore que no pruebe, pero ¿Te imaginas que me comiese todos los postres que preparo?, te aseguro que esa Noelia se habría comido la actual. Para el fin, de comerse mis postres, están los amigos y familiares, que más de uno me cuenta como su dietista dispone del típico cartel del oeste con mi foto de perfil y la palabra «Warning» como destacado.
No lo puedo remediar, la repostería es alegría y esa alegría me gusta compartirla no solo con mis familiares y amigos, sino también contigo, y si me lo sigues permitiendo lo haré por mucho más tiempo.
¿Lolita la pastelera?
En realidad me llamo Noelia
Lola, Lolita, Loli, Noelia… Me es indiferente, ¡llámame como quieras! Me siento a gusto con todos y cada uno de los nombres mencionados. Es cierto que realmente me llamo Noelia, Lolita no es más que el sobrenombre que en mi pueblo natal, Ondara, le habían puesto a mi abuela todos los convecinos más allegados. Era una costumbre más habitual en otros tiempos, una forma más de crear un hogar.
Mi página web (Lolita la pastelera) se llama así por ella, mi abuela, el mayor referente que he tenido en mi vida, ella falleció hace ya bastantes años, pero su recuerdo es imborrable, o al menos aquellos momentos que llenan una vida y que ella se encontraba en muchos de ellos. Si es cierto que el tiempo hace su papel y cosas tan insignificantes en la vida como la voz de un ser querido lo añoras día a día cuando no puedes volver a escucharla.
Lolita la pastelera era el sobrenombre que tenía mi abuela, así la conocían. Pese a llamarme Noelia, quise homenajearla colocando su nombre en mi web ya que ella fue la gran referente de mi vida
Pero dejemos a un lado la nostalgia, en este párrafo quiero centrarme a como llegue hasta aquí, a decidirme por crear un blog. La verdad que no lo decidí yo, fue mi pareja Sidney (Si, ese es su nombre, Si vieseis la facilidad que tiene para ligotear con las operadoras gracias a su nombre os quedarías asombrado/as), en mi cumpleaños de 2012 decidió regalarme miles de cacharritos de repostería junto con un blog totalmente acabado, ¡No tuve que hacer nada!, bueno si, ponerle nombre, evidentemente Lolita la pastelera fue mi primera opción. En ese momento tenía que elegir si un blog o un Vlog, lo segundo me parecía más ajustado a nuestra era así que no lo dudé. Los vídeos no siempre fueron como los conocéis actualmente, ¡ni mucho menos!, podéis ver un ejemplo aquí del primer vídeo que grabé, falta de iluminación, vídeo receta grabada con una tablet y edición muy sencilla de una app que adquirí ¡por 1,99€!, para mi todo eso era más que suficiente, nunca pensé en que fuese a tener el número de seguidores que tengo en la actualidad, cuando lo valoro fríamente siempre hago una comparación, tener más de 200.000 suscriptores en Facebook es como si en la plaza de toros de mi pueblo meto 28 o 30 pueblos como el que me crie y me pongo a cocinar delante de toda esa gente, ¡Impensable!, ¡me echaría atrás!, es mucho más fácil grabar en la intimidad de casa con tan solo un espectador presente, Sidney. Mucho/as me preguntáis como empezar con un vlog, que estáis perdidos, siempre digo lo mismo, empezar por el principio, y el principio es o creando un blog o abriendo un canal en Youtube, el resto vendrá poco a poco, no pretendáis realizar vídeos como los que actualmente público desde el primer día, tranquilo/as que llegareis a publicar vídeos como los míos y estoy convencida que mucho mejores, pero tener constancia y dejar a un lado las típicas escusas, aplícate el proverbio; «Quien quiere hacer algo encuentra un medio, quien no quiere hacer nada encuentra una excusa».
Quien quiere hacer algo encuentra un medio, quien no quiere hacer nada encuentra una excusa – Proverbio árabe
Y por último quiero aprovechar este párrafo para que conozcáis a esa Noelia más personal, más cotidiana. Y es que volviendo a la relación que tenía con mi abuela, recuerdo con muchísimo cariño como me tenía preparado siempre un platito lleno de trocitos de chocolate Valor para cuando la visitase, esa era la parte más cariñosa de ella pero existía la parte más refunfuñona y a su favor he de decir que era una experta en buscarle las cosquillas comiéndome los piñones destinado a la pelota del puchero (Un famosísimo plato valenciano), por aquella época el piñón aún era asequible, si lo hiciese a día de hoy seguro que no esperaría mis visitas con un platito de chocolate, más bien lo haría con ¡un collar de adiestramiento!. Tal vez mi súper mega gran afición al chocolate provenga de ahí, no existe día que no lo coma y me fascina un día de lluvia, con mi libro y una onza de chocolate puro, ¡Momento bienestar al máximo! Otro secreto es que de todos los dulces que hago, solo me reservo para mí los de chocolate, ¡lo siento!, soy así de obsesa, irremediable. Eso sí, no hay postre que elabore que no pruebe, pero ¿Te imaginas que me comiese todos los postres que preparo?, te aseguro que esa Noelia se habría comido la actual. Para el fin de comerse mis postres están los amigos y familiares, que más de uno me cuenta como su dietista dispone del típico cartel del oeste con mi foto de perfil y la palabra «Warning» como destacado. No lo puedo remediar, la repostería es alegría y esa alegría me gusta compartirla no solo con mis familiares y amigos, sino también contigo, y si me lo sigues permitiendo lo haré por mucho más tiempo.