¿Verdad que habéis podido oler el café con ver la imagen? Los trampantojos son de las recetas más complejas de elaborar por el nivel de detallismo, pero al mismo tiempo son supergratificantes si vas a compartirlas con amigos o familiares porque puedes «quedarte» con ellos. Os mentiría si os dijese que estas galletas de café no saben y huelen a lo que se parecen, ¡El engaño está asegurado! De hecho, mi madre es la mujer más crédula que os podéis encontrar, y mientras me comía los «granos» de café como quien come kikos surgió la siguiente conversación:
Mi madre: -«Pero cariño, ¡Te vas a dejar los dientes comiendo granos de café si más!»
Yo: -«¡Que va! Es el nuevo café que está de moda, el más caro del mundo y que viene de Tailandia, está blandito, ¿Quieres?»
– Ingenua de ella accede, se lo mete en la boca y me dice: –
Mi madre: -«Pues sí que está blandito y bueno, ¡Dame unos cuentos más!»
Yo: -«¡Claro! Coge, coge, lo más curioso es que son los más caros del mundo porque tienen un proceso singular, el elefante ingiere los granos de café, y tras varios días en su organismo, acaba expulsándolos cuando hace sus necesidades, entonces los recolectores separan las heces de los granos de café, y a este café se le llama Black Ivory Coffee»
Su reacción nunca la olvidaré y podré mofarme toda la vida, ¡Tendría que haberla grabado! No escupió el grano que había masticado (Que habría sido lo más normal) pero sí que me devolvió los granos de café y dejo extendida su mano separándola levemente de su cuerpo, vamos, la reacción natural que todos hacemos cuando tocamos algo que no nos agrada del todo.
Finalmente le conté que se trataba de un simple trampantojo y que lo que había comido eran simplemente galletas de café, sin más, ¡me llamó de todo!, nos reímos y quedo en una anécdota más que divertida. Que por cierto, la historia que utilicé sobre que el café más caro del mundo se extrae de los excrementos de unos elefantes en Tailandia es cierta, y también su nombre Black Ivory Coffee, eso sí, necesitan 33 kg de café para extraer 1 kg de este café, y esa es una de las razones de que su precio sea tan elevado.
Lo mejor de todo es la polivalencia de esta receta, sirve como decorativa para tartas, cupcakes o helados, sobre todo si son recetas de café ya que así el comensal puede intuir cuál es su sabor.
¡He de decir que para hacer estas galletas de café lo más engorroso es hacer las bolitas ovaladas y marcarlas una a una, pero mucho me temo que si no sois dueños de una mega fábrica de galletas en las que podáis producirlas en masa… no os quedará otra hacerlas de forma individualizada! ¡Sacar ese amor por la repostería!
El tamaño de mis galletitas no las he hecho por peso, sino por medida, por lo tanto con la masa estirada con 5 mm de grosor he cortado cuadrados de 1 cm x 1 cm.
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