Nunca he estado en Cantabria, tenía pensado hacer un viaje de mil destinos entre los cuales estaba el Monte cabezón donde está repleto de secuoyas, árbol majestuoso que nos encanta a mi pareja y a mí. Además que la España verde me encanta y no deja de sorprenderme todos los tesoros que voy descubriendo cada vez que la visito, sobre todo amo a su gente, sus tradiciones, sus paisajes e incluso su lluvia, porque por aquí en Alicante, poca agua cae del cielo. Así mismo me encanta conocer los dulces típicos de cada región y me gustaría probar una quesada pasiega en todo su esplendor, en Cantabria, porque una paella no sabe igual en Vigo que aquí en Alicante y estoy segura de que lo mismo ocurrirá con este dulce cántabro.
Esta receta de quesada pasiega me la pidió una seguidora cántabra y fue ella quien me facilito los pasos y los ingredientes, que según ella le haría ilusión ver un postre de su tierra en mi blog. Aunque he de decir que me comentó que la original se hace con leche fresca de vaca del día, pasteurizada y con cuajo, pero vamos, que la he adaptado para que todos podamos hacerla en casa y con los ingredientes que habitualmente tenemos a nuestro alcance. Así que ya no hay escusa para disfrutar de esta exquisita Quesada pasiega, eso si, mejor que la dejéis enfriar en el frigorífico unas horas, ya que fresquita se disfruta mejor, ya que si os fijáis, salvando la distancias, es parecida a una cheesecake, de hecho comparten algunos de los ingredientes, que os recuerdo que tengo un montón de recetas de cheese cake.
Por cierto, en el recetario online de Tulipán podéis ver nuevas recetas veraniegas que siempre tienen un punto original y que en la mayoría de los casos están pensadas para los más peques de la casa.
