¡Si bien todos conocéis que me chifla en chocolate y que soy capaz de todo por ese manjar, el coco no se queda atrás, es más, soy capaz de incluirlo en todo lo que puedo, es fácil escucharme decir: -«mmm! Está rico, pero tal vez con un poco de coco…”. Es por eso que hoy os traigo sultanas de coco.
¡Una deliciosa receta navideña fácil de hacer, en realidad creo que es de las recetas de Navidad más fáciles y más versátiles, ya que podemos bañar la parte inferior de las sultanas de coco, una vez horneada, en chocolate fundido, el contraste no es nuevo, pero no deja de ser un auténtico manjar! ¡O por lo menos para mí!
¡No sé vosotros, pero yo relaciono los coquitos a Navidad y no me imagino comérmelos en un mes de agosto con 40 gradazos en la calle, además hasta que descubrí su origen, os aseguro que habría puesto la mano en el fuego a que era una receta de mi abuela, ya que ninguna otra sultana de coco le hacía justicia!
Eso sí que era sabor, eso sí que era una explosión de endorfinas que invadían mi cuerpo y me hacían quedarme calladita viendo la tele un buen rato, siempre lo digo, pero pobre de mi abuela, lo que tuvo que aguantar conmigo.
Yo he hecho bolitas con las manos (limpias, ¡eh!) de 15 g de peso en crudo y me han salido 20 unidades. Sinceramente, estéticamente me gustan más cuando quedan los surcos de la manga pastelera, pero es una masa que obstruye con suma facilidad todas las boquillas que se le ponen por delante y crea un efecto prensa en el que separa el líquido del sólido, es decir, nuestro merengue del coco rayado. ¡Por lo tanto, os recomiendo una boquilla rizada de gran tamaño, aun así, no me responsabilizo de posibles obstrucciones!
Si os animáis, podéis encontrar más recetas de navidad superdeliciosas para sorprender en estas fechas e incluso si tenéis algún familiar que ame la repostería podéis regalarme mi libro. Les encantara.
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