Como muchos sabéis, me encanta el coco, no hay nada a lo que no se le pueda añadir un toque de coco (a mi parecer, claro), y hoy os traigo la manteca de coco casera, una forma deliciosa y supersana para nuestros postres, comidas y cuerpo (sí, sí, cuerpo, seguid leyendo y sabréis por qué digo esto).
La manteca de coco, la podemos comprar hecha, pero es tan fácil y económica de hacer en casa que no vale la pena comprarla. Para los que no conozcáis este tipo de manteca, os puedo decir que tiene un sinfin de beneficios para nuestro organismo.
Para empezar, debemos saber, que no es lo mismo el aceite de coco y la manteca de coco. El aceite de coco, se extrae en frío prensando el coco maduro y la manteca de coco se consigue de la pulpa del coco seco rallado (y es la forma que os voy a enseñar hoy).
La manteca de coco, nutricionalmente es muy completa, ya que es antiviral, antibacteriana, tiene alto contenido en fibra… y además puede reemplazar a la mantequilla en muchas recetas. A nivel belleza, la podemos usar como ungüento, ya que combate eficazmente los hongos, también es bueno para nuestras encías, para el cabello dañado, para reparar la piel…
Dicho todo esto, aquí tenemos la receta de la manteca de coco casera, os animo a que la probéis porque os vendrá bien para reemplazarla en vuestros dulces, comidas y además os servirá como remedio casero en caso de urgencia.
Esta receta la he hecho especialmente para enseñaros a hacer un delicioso Kalter Hund de Oreo, un dulce alemán, reversionado con las galletas Oreo (sabéis que me encantan) que se hace con manteca de coco.
Lo mejor para hacer esta receta es usar una Trituradora potente, ya que así nos será mucho más fácil y rápido. Eso sí, si el cuenco de vuestra trituradora es muy grande, aseguraos de que el coco cubre las cuchillas, porque si no os costará mucho de conseguir.
