Hoy os traigo el famoso bizcocho Genovés, este bizcocho es el que se usa como base de un montón de receta, como por ejemplo el tiramisú, o incluso brazos de gitano.
Es idóneo para tartas de varias capas, ya que no se desmiga, se corta genial y si lo calamos con un poco de almíbar, lo rellenamos con una crema que nos guste, (como por ejemplo nata montada, chantilly o incluso praliné), y lo decoramos con nata o incluso con fondant ya tendremos lista una deliciosa tarta para cualquier celebración.
Es por ello que es el bizcocho que más he elaborado y si soy sincera, siempre me sale bien, y eso ¡Me encanta! No se quema, nunca se me ha hundido, no se quiebra por el centro y siempre está listo a los 30 minutos.
Es más, si hacéis algún curso de Wilton, veréis que es el que usan para practicar, ya que por mucho que lo manosees, gires, abras… no se destroza, y es por eso que se practican las decoraciones con este bizcocho genovés.
🎂 Bizcochos Perfectos
La guía definitiva para que siempre salgan altos, esponjosos y deliciosos.
👉 ¡Quiero mi ebook ahora!📖 97 páginas probadas paso a paso · Trucos de obrador incluidos
La primera vez que lo hice, recuerdo que lo miraba mientras se horneaba y no paraba de decirle: «por favor no te hagas un monstruo», «por favor no te hagas un monstruo», y es que la verdad es que cuando introduzco un bizcocho en el horno (aunque lo haga a conciencia), siempre me da miedo como va a salir. Si se me agrietará, saldrá un volcán, se hundirá… A veces creo que mi horno tiene vida propia y depende con que pie se haya levantado, me saldrá un bizcocho bonito o no.
Sea como sea vuestro horno, tenga vida propia o no, no os preocupéis de que este bizcocho es infalible. Haréis unas recetas deliciosas y aunque estamos hablando de hacer tartas con este bizcocho, también lo podemos degustar una tarde para merendar acompañado de una onza de chocolate.
