Cuando un postre se conoce en el mundo entero es por algo, y el algo del tiramisú clásico es sin duda un acierto rotundo a la hora de escoger los ingredientes, nada sobra, nada falta. Todos los ingredientes pastan a la perfección creando así un nuevo sabor en la boca a la que denominaron, Tiramisú.
El tiramisú viene de Italia, más concretamente de la región de Véneto y surgió en los años 50. No se sabe exactamente donde nació este delicioso dulce, pero se dice que surgió de los burdeles de la región. Al parecer en los burdeles también había cocineros y la maîtresse ofrecía algo de comer a sus clientes y a las mujeres y les decía: «Anda, toma cariño, que te doy una cosa que «te tira su»…
La expresión «te tira su», en Italia significaría Tentenpié, pero no de la forma que lo conocemos aquí, el tentempié nuestro es algo ligero antes de comer y el tiramisú que ofrecían era mucho más fortalecedor y de inmediato efecto gracias a la cantidad de glúcidos que incorporaba.
Al principio esta receta de tiramisú clásico no llevaba ni mascarpone ni nata, ya que estos ingredientes eran pesados en el estómago y producían un efecto contrario al que se buscaba, daban somnolencia y cansancio, y entre los años 70 y 90 se servia solamente con huevos, azúcar, bizcochos savoiardis, café y cacao.
Ahora que ya conocéis un poco más sobre este dulce tan delicioso podéis pasar a degustarlo y dar vuestro propio punto de vista, si es mejor el tiramisú clásico con queso mascarpone o el tiramisú sin huevo. Aunque eso sí, hoy en día hay un sinfín de variaciones deliciosas de este clásico postre.
Os animo a que me comentéis, cuál es vuestra versión favorita, la que mejor os sale… espero vuestros comentarios que ya sabéis que me encantan.
Interacciones con los lectores
Finalidad » Gestionar los comentarios.
Legitimación » Tu consentimiento.
Destinatarios » Los datos que me facilitas estarán ubicados en los servidores de Cdmon (proveedor de hosting de lolitalapastelera) dentro de la UE. Ver política de privacidad de Cdmon.
Derechos » Podrás ejercer tus derechos, entre otros, a acceder, rectificar, limitar y suprimir tus datos.