Muchos de vosotros ya me vais conociendo y sabéis que me encantan los tampantojos. Me encanta engañar a mi cerebro. Y esta vez lo he hecho con esta panna cotta de vainilla, parecen huevos fritos.
Esta receta es superbonita y a la vez muy divertida. Imaginaos la cara que se les quedaron a unos amigos que vinieron a cenar a mi casa y a la hora de presentarles el postre, les saqué esta panna cotta de vainilla que parecían huevos fritos.
Yo casi no podía aguantarme de la risa, nadie me pregunto nada, simplemente se quedaban mirándose entre ellos como queriendo decir… ¿Pero no tocaba ahora el postre? Yo les dije que primero quería que probasen una nueva técnica de cocina que había aprendido para hacer unos huevos fritos perfectos.
Cuando les di las cucharillas para que lo probaran todavía se sorprendieron más, pero la pareja de un amigo fue la primera que se animó a probarlo y ¡su cara me encanto! Era como de… que asco, pero…mmmm que rico que esta este huevo. Y al verla a ella, todos se animaron y la receta fue un éxito.
Esta es una receta que he obtenido de la Enciclopedia de los postres de la editorial Blume y que he de decir que estoy enamorada de este libro, ya que tiene infinidad de técnicas con las que nutrirme y muchísimas recetas de maestros pasteleros con las que refrescar el repertorio.
Todas ellas están hechas con azúcar blanco tradicional, pero si quieres hacer esta receta con cualquier otro tipo de azúcar, te animo a que leas el post sobre azucares para saber como sustituirlos en tus recetas.
Por cierto yo también he sacado mi libro, precioso y llevo de nuevas recetas, así que si todavía no forma parte de tu colección ¿a qué estás esperando?
🍦 ¿Te encanta el aroma dulce y cálido de la vainilla?
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