Soy de esas personas que no se puede resistir a unas deliciosas galletas crujientes de gofres belgas. Ese olorcito a gofre hacer que mis pies leviten y vayan por sí solos a buscar esas deliciosas galletitas.
Y es que hace dos semanas fuimos a pasear con unos nuevos amigos alemanes, bueno en realidad, nuestros primeros amigos alemanes a un puente precioso que tenemos cerquita de casa y al llegar, olía a gofres y me dieron unas ganas inmensas de hacer una receta de gofres.
Evidentemente me compré un gofre, no eran los típicos gofres de Lieja, sino que eran unos gofres belgas, muy finos con una capita de azúcar glas, pero su sabor era delicioso, aquí se consumen mucho.
Pero me quedé con las ganas de hacer una nueva receta para el blog, y como ya tengo el gofre con menta y chocolate y el gofre tradicional, indague un poco y di con estas galletas crujientes de gofres belgas, también conocidas como gaufrettes.
Son unos gofres muy finitos, pero que quedan muy crujientes y que se suelen bañar un poquito en chocolate, ya que no son muy dulces. Yo los he bañado con decomelts de Funcakes de color rosa para darles un toque más divertido, pero no los he bañado todos, porque a Sidney le gustan sin el baño de chocolate.
Y antes de que me preguntéis sobre la gofrera… Mi gofrera es muy viejita, en realidad no me gusta la que tengo, porque las planchas son muy difíciles de limpiar y la forma no es muy bonita, por lo que no os puedo recomendar una gofrera, pero si alguien tiene alguna recomendación estaré encantada de oírla porque necesito comprarme una.
En fin amores, que no me enrollo más, os dejo disfrutar de estas galletas crujientes que seguro que os van a enamorar.
Mil besos
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